“Fue un partido con ritmos dispares, pagamos el mal inicio, porque el primer gol fue muy pronto. Pero nos recuperamos y cogimos más seguridad para estar más asentados en el campo. En el segundo tiempo recibimos otro gol en frío y de nuevo tuvimos que remar y la única forma de meternos en el partido con 3-1 en contra fue con portero-jugador”, afirmó.
El técnico del Fútbol Emotion Zaragoza dio por bueno tal y como se dio el partido: “Tuvimos la cabeza fría, y con siete faltas en contra en el segundo tiempo el punto no nos supo tan mal”.
“Ellos, tras la llegada del nuevo entrenador aún tendrán cosas que trabajar, puesto que la llegada del nuevo técnico hace que cambien algunas cosas. En ese pabellón es complicado sacar victorias, porque además de que la afición aprieta, suelen dar un nivel alto”, expresó sobre su rival del pasado sábado.