Dos goles otorgan el triunfo a Servigroup Peñíscola frente a Noia Portus Apostoli (2-0)
Los blancos saltaron al parqué peñiscolano con las ideas claras, conscientes de la importancia de frenar el torrente ofensivo del rival, más fuerte si cabe en su feudo, y buscando su suerte con mucho protagonismo de las incorporaciones al ataque de Schütt.
Corría el minuto 10 cuando, justo después de una de las llegadas más claras del Noia, el Peñíscola aprovechaba en la contra para, por medio de Víctor Pérez, abrir la lata del choque. El golpe no fue suficiente para tumbar al Portus Apostoli, que respondió con dos buenos remates de Matheus Preá y Rufino repelidos por Gus.
En un nuevo acercamiento noiés a área contraria, Plaza cometía falta sobre Pirata y veía la segunda amarilla, lo que dejaba con uno menos a su equipo, a merced de un cuadro gallego que insistiría hasta el camino a vestuarios.
Los peñiscolanos reiniciaron el encuentro arrastrando más de un minuto y medio de inferioridad numérica, y el Noia se lo quiso hacer pagar. Sin embargo, el palo fue el gran amigo del equipo local, evitando hasta en dos oportunidades que Pirata lograra el empate. Acto seguido y con la igualdad restaurada, Schütt evitó con dos detenciones de mucho mérito que el Peñíscola aumentara ventajas, en lo poco de gran peligro que concedió la defensa visitante.
Se mantuvieron las espadas por todo lo alto durante los minutos posteriores, en busca de un gol que dictara el camino del partido. Pudo anotarlo Garrincha en la más clara de todo el segundo acto, un uno contra uno ante Gus en el que salió ganador el meta. También David Pazos, ya con Pirata vestido de portero-jugador, pero la madera se interpuso nuevamente en los planes de los noieses. En los últimos segundos y sin apenas margen de maniobra, Quintela sentenció con el 2-0, aprovechando que el Portus Apostoli había puesto toda la carne en el asador.
Poco más se le puede pedir a un equipo que no se dejó nada en el tanque, aún minorizado en efectivos, con un nuevo debut desde el Filial incluido, el del cierre Izan. El buen trabajo acabará teniendo sus frutos más pronto que tarde para un Noia que no parará de buscarlos e insistir.