“He sentido mucha alegría, por el púbico, por la directiva y por todo el mundo que nos ha apoyado y sobre todo por la gente que ha creído hasta el último momento en nosotros. Es increíble, el vestuario es una familia, la directiva nos ayuda en todo”, señaló Kiki.
El capitán del Manzanares Quesos El Hidalgo añadió que: “Supimos sufrir, el Play Off fue durísimo, desde el primer partido hasta el último. El compromiso, con mayúsculas, ha sido de todos”.
Por último, habló de los nervios que sitió antes el partido: “Me desperté unas cuantas veces y no descansé como suelo descansar, pero es normal, cuando te juegas un ascenso a Primera tienes muchas ganas de venir al pabellón y que empiece el partido”.