“Ahora ya estoy más tranquilo. Los primeros días fueron difíciles, ya que nadie se imaginaría que esto iba a pasar. Mis días eran muy ajetreados, entre trabajo, Fútbol Sala y la familia. De repente todo cambió de la noche a la mañana, pero lo he ido asimilando y lo importante es que tengamos salud y estemos bien”, relató Kiki.
Sobre como mantiene la forma, explicó que: “Entrenar en casa me produce una sensación rara, ya que estoy encerrado. Es algo muy diferente a lo que veníamos haciendo. Siempre que me he querido mantener en forma lo he podido hacer en la calle con el suficiente espacio necesario, y ahora tengo que tener cuidado de no chocarme con diferentes objetos que tengo en casa (ríe)”.
El cierre madrileño también habló del plan de entrenamiento que el club manzanareño ha diseñado para estos días: “Todos los lunes el preparador físico nos manda el planning de la semana. Hacemos todos los ejercicios posibles, destinados a mantener la forma lo máximo posible”.
Por último, confesó que: “Lo que más echo de menos es a los compañeros y al cuerpo técnico. También echo mucho de menos la broma y el cachondeo, que me da mucha vida en el día a día. También los sábados, el día del partido. Me produce una sensación rara ya que estaba acostumbrado a competir el fin de semana y ahora es como si me faltase algo”.