Uri nunca dejó de creer en la permanencia “siempre he confiado en mi equipo y sabiendo como trabajamos aquí creía que podíamos lograrlo” aunque el jugador nos reconoce que “hubo una parte de la temporada, que estábamos a 7 puntos, la en la que la salvación se veía muy complicada”. Pero es tiempo pasado porque ahora el Noia Portus Apostoli está “fuera del descenso a falta de dos jornadas para acabar la temporada, con más razón creo que nos vamos a salvar”.
Parte de la salvación pasa por este sábado en el Muncipal Agustín Mourís en el que el Noia Portus Apostoli se enfrenta al Manzanares FS pero el jugador no siente presión “por suerte, no soy un jugador que, dependiendo de lo que nos juguemos, siente presión. Salgo igual de tranquilo jugando un partido para evitar el descenso como en aquel en que no nos jugamos nada. Pero entiendo que sí que hay gente que tenga más presión”. Tampoco tiene ninguna manía ni ritual antes de los partidos “con mi música prepartido y con comer algo de hidratos de carbono ya estoy listo”. Quizá la clave de su templanza esté su trayectoria.
Ambicioso y competitivo “no me gusta perder” se define como un jugador “de equipo, sacrificado que intento animar a mis compañeros cuando más lo necesitan”, por eso le satisface más una victoria del equipo que todos los goles que pueda marcar pues para él ganar es “el trabajo semanal traducido en tres puntos”. Una suma que Uri pretende lograr este fin de semana por eso anima a “toda la gente a que venga al pabellón a animarnos porque me gustaría que nos siguiese reforzando” y es que para el jugadores la salvación no es sólo un logro de los jugadores “que somos los que saltamos a pista” sino que “es un logro de todos”.
Parte de la salvación pasa por este sábado en el Muncipal Agustín Mourís en el que el Noia Portus Apostoli se enfrenta al Manzanares FS pero el jugador no siente presión “por suerte, no soy un jugador que, dependiendo de lo que nos juguemos, siente presión. Salgo igual de tranquilo jugando un partido para evitar el descenso como en aquel en que no nos jugamos nada. Pero entiendo que sí que hay gente que tenga más presión”. Tampoco tiene ninguna manía ni ritual antes de los partidos “con mi música prepartido y con comer algo de hidratos de carbono ya estoy listo”. Quizá la clave de su templanza esté su trayectoria.
Ambicioso y competitivo “no me gusta perder” se define como un jugador “de equipo, sacrificado que intento animar a mis compañeros cuando más lo necesitan”, por eso le satisface más una victoria del equipo que todos los goles que pueda marcar pues para él ganar es “el trabajo semanal traducido en tres puntos”. Una suma que Uri pretende lograr este fin de semana por eso anima a “toda la gente a que venga al pabellón a animarnos porque me gustaría que nos siguiese reforzando” y es que para el jugadores la salvación no es sólo un logro de los jugadores “que somos los que saltamos a pista” sino que “es un logro de todos”.