VÍDEO | Zego: 'El entrenador del Pueblo'

Publicada el 06-12-2018 a las 23:15:02
Antonio José Azevedo, deportivamente conocido como Zego, es reconocido mundialmente por ser el precursor del juego de 4. Un visionario que revolucionó el juego. La leyenda de un técnico indomable que renunció a entrenar en la élite, para hacer lo que más le gustaba: formar. Entrenar niños y hacerlos mejores. Es lo que ha hecho durante los últimos 40 años en todos los rincones del Planeta. El entrenador brasileño, de 65 años, estuvo en 'Pista Azul' y no sólo explicó una filosofía de juego que le hizo famoso, también dejó claro que para el Fútbol Sala, Zego es 'El entrenador del Pueblo' porque tal y como el paulista afirmó en una entrevista exclusiva con el programa de la LNFS 'tengo que estar en la cancha. Sentir a la gente. Me gusta lograr que los chicos crezcan contentos y felices y que estén en un ambiente familiar'.

La entrevista de Zego en 'Pista Azul' ya ha dado la vuelta al Mundo. Nunca ha sido partidario de aparecer en los medios de comunicación y tal como declaró 'a veces me arrepiento de no dar mi opinión' pero en esta ocasión, dejó 32 minutos deliciosos de una conversación, con Chema Rubio, Gustavo Muñana y Juan José Rodríguez Navia 'Cancho', que es Futsal en estado puro. 



Zego millitó en Corinthians y en Palmeiras y fue uno de los primeros brasileños en jugar en Argentina con la camiseta del Newell´s. Fue internacional y siempre tuvo claro que su futuro pasaba por un banquillo.

Entrenó en equipos juveniles y en el Gremio antes de embarcarse en su primera aventura en España, en tiempos de FIFUSA, en los que fue campeón de España y campeón de Europa con el Oliva Secavi de Jaén, que se adelantó al FC Barcelona en su contratación en 1979. 



Tras la unificación, tal y como él desveló, los hermanos paraguayos Adolfo y Mario Ruíz Díaz propiciaron su llegada al Caja Toledo con el que logró dos títulos de Liga dirigiendo a una dupla legendaria de extranjeros formada por Chico Lins y Marcos Sorato. 

Antes de marcharse a Portugal para ser campeón con el Freixeiro y posteriormente ascender a la A-2 al Verona, Zego ya se había convertido en un prescriptor de primer nivel para destacados técnicos españoles. Una referencia táctica imprescindible que corría de boca en boca. Una enciclopedia a la que acudir para reescribir los manuales de entrenador.



Comenzando por Jesús Velasco, técnico de Movistar Inter, y pasando por Dani Rodríguez, del Jaén Paraíso Interior, o Imanol Arregui (Osasuna Magna). Ellos y una larga nómina de técnicos nacionales y extranjeros en el Mundo consideran a Zego su principal fuente de inspiración.

Sin embargo, Zego se resiste a pasar a la historia única y exclusivamente como el inventor de una sistema táctico. El técnico brasileño huye de las etiquetas y sorprende con un discurso progresista e innovador, fiel a su carácter revolucionario. 'No hablen tanto de 4-0, primero vamos a hablar de la base, tener calidad y que el Fútbol Sala tenga una función social para ser distintos del fútbol 11', asevera.



Guiado por su ideario transgresor, el técnico brasileño puso fin a su exitosa carrera en la élite a una edad relativamente temprana. Su fama ya era Mundial y las ofertas no le faltaban, pero él había escogido un camino. Hastiado de la 'profesionalización' del Fútbol Sala, se refugió en la esencia más pura del deporte que ama para renegar de su comercialización. Apostó por el aprendizaje con niños y niñas. 

'Cuando decidí ser un entrenador formador sabía que no podía tener mucha ambición económica. Dejamos de hacer cosas bonitas porque nos apegamos demasiado a las cosas materiales. No me arrepiento. Quién cobra poco, tiene que gastar poco. Soy un ahorrador', asegura. 

En un diccionario futsalero, al lado de la palabra 'Formador' aparecería su nombre. 'Debemos cuidar a la base. Hay que mejorar a los chicos siendo entrenadores artesanos. No tienen visión de juego, dominio de balón, pase o movimiento. Eso se logra con trabajo diario. Si logramos que tengan fe, será un proceso rápido pero no consigo convencer a la gente que cuando el jugador ha trabajado en mejorar durante toda la semana, puede lograr decidir un partido'.

Una evidencia que a día de hoy es cruelmente ignorada de manera cotidiana. Zego es la voz más autorizada para lanzar una llamada de auxilio como la que hizo en 'Pista Azul'. 'Se está descuidando la base y hay que recuperarla', avisa con preocupación.



'Antes los presidentes veían los entrenamientos y a día de hoy si tú preguntas a un entrenador de élite si conoce los nombres de los jugadores infantiles de su equipo, no los va a saber y hay una descoordinación que afecta en el futuro', advierte.

'En cualquier parte del Mundo, cuando vas a colocar a jugar a un chico con 16 años como Ricardinho, la gente no está acostumbrada y lo ve como algo raro. El entrenador que vive el día a día sabe que tienen condiciones para hacerlo y convertirse en el mejor del Mundo', recuerda.

En la era de la globalización del Futsal y en la LNFS más igualada de la última década, Zego indica el camino a muchos clubes. 'Si un equipo pequeño quiere llegar arriba y ser campeón, tiene que tener una base mejor que los equipos grandes. Hay que ayudar a los entrenadores de los pueblos. Bastantes problemas tienen ellos en conseguir un balón o una pista. Si los clubes profesionales les ayudan, saldrán mucha calidad'.

Un pionero como Zego hace también un alegato en defensa de la técnica frente a la táctica sobre todo en las etapas de formación. 'Tenemos que entender que a los niños les guste jugar. Me asusta ver lo que sucede hoy en Brasil, España o Portugal. El niño que sale contento de un entrenamiento aprende. Hay demasiado mecanización y el niño no sale satisfecho y así no puede mejorar'. 



Rígidos y estériles métodos formativos que se han convertido en un mal endémico del Futsal contemporáneo. 'Hay que hacer al niño feliz primero. No haga entrenamientos con una jugada táctica de 30 minutos. Yo fui a ver entrenar al mejor equipo brasileño de 12-13 años y me aburrí. No jugaron a nada. Tocar aquí, correr hacía allá. Y el adversario, ¿te va dejar que toques y entres?. Una hora haciendo eso es tremendamente aburrido', explica.

Con tono didáctico  y pausado, su discurso es potente, pero su análisis es tan simple como reaccionario y deja al descubierto condicionantes que enajenan la evolución de nuestro deporte. 'La gente va a ver a Ricardinho y Falcao y los aficionados quieren ver calidad y algo bonito y eso solo puede ocurrir cuando existen actores como ellos, que son los que llenan pabellones. Los entrenadores no somos los protagonistas. Las estrellas son ellos. Los técnicos podemos ayudar o dificultar. Hay que darles ideas y no reprimir el talento'.

El origen del 4-0, un punto de inflexión 

Hay que remontarse al año 1976, con Zego defendiendo la camiseta de Brasil en un Sulamericano, tal y como rememoró el legendario técnico en la entrevista en 'Pista Azul'. 'En aquella Selección teníamos cierres y pívots y había 4 alas muy buenos, pero perdímos a todos los cierres y pívots por lesión y tuvimos que jugar los 4 alas la final. El seleccionador estaba muy nervioso, pero nosotros no. Nos encantó jugar juntos, teníamos calidad y nos entendíamos de maravilla. Ganamos bien a Uruguay'. El marcador final fue de 6-0 y anotó dos goles.



Allí empezó todo. Sobre la pista, jugando. Un genio alumbraba un sistema táctico que supondría un punto de inflexión en la historia de nuestro deporte. 'Jugando me surgió la idea de tener un equipo más rápido. Un cierre que se proyectara adelante y no solamente tuviera la cualidad de cortar balones. Un pívot que no solo jugase arriba, que también volviera y metiera un balón desde atrás'.

La clarividencia de Zego había quedado almacenada en la cabeza de un visionario que comenzó a darle forma a una idea que revolucionaría el juego años más tarde. 'Empecé con equipos más pequeños y tenía que lograr más posesión de balón cuando jugaba contra equipos mejores que el mío. Teniendo más posesión, teníamos más posibilidades de sorprender. Y paralelamente a eso, había que trabajar la técnica', recuerda.

Sin embargo, como todos los genios en sus orígenes, su innovadora propuesta no tuvo el reconocimiento que Zego esperaba en Brasil cuando entrenaba a un equipo en Mato Grosso y a otro en Santos en el comienzo de los años 80.



'Aquellos equipos pequeños consiguieron brillantes resultados, pero pasó desapercibida la forma de jugar. Sin embargo, en España me sorprendió porque la gente se dio cuenta de que era algo distinto. Fueron 4 años de éxitos y no entendí porqué', detalla más de 35 años después.

Precisamente, su llegada al fútbol sala español supuso una profunda catarsis en la concepción tradicional del juego. Una original idea que no tardó en tener una denominación. 'Cuando llegué a España, con canchas de 40X20, se jugada 3-1 y el adversario presionaba, la distancia de los tres con el pívot era muy grande y el cierre tiene más tiempo para anticipar'. 

Fue entonces cuando 'empezamos a jugar así y de repente alguien dijo eso es 4-0 y le dije vale', aceptando así el copyright de una patente histórica, registrada en un país y un deporte, que siempre ha exhibido un carácter integrador y vanguardista y no dudó en recibirle con los brazos abiertos.

'Estoy agradecido a España porque tienen pasión por el Fútbol Sala y se emplean a fondo. Cuando veo a la gente de los pueblos que hacen un esfuerzo por entrenar niños, eso es pasión y siempre supe que este país era una potencia deportiva', reflexiona mirando atrás con orgullo y nostalgia pero sin perder su humildad.

 
En el Futsal moderno, el principio activo de su fórmula parece haber sido alterado y Zego explica que 'cuando empiezo con el juego de 4, yo no digo hacia donde deben correr los jugadores. Deben ver al adversario y pensar y darles libertad para que creen. Esa mecanización excesiva hace que el niño prefiera jugar a la Play Station que entrenar al Futsal'.

El técnico brasileño no reniega de la modernidad pero cuenta una sabrosa anécdota para definir la situación actual del Futsal. 'El jugador ahora va con papeles de jugadas y lo estudia exhaustivamente. Una vez alguien me dijo que tenía 32 salidas de presión, yo le dije que no, que solo tenía una, la libre, la primera y más efectiva. Sale el balón fuera y mi equipo comienza a moverse para superar al rival', sentencia.



Fue seleccionador español unas horas

Juan José Rodríguez Navia 'Cancho' tuvo el privilegio de ser entrenado por Zego en Caja Toledo en 1986. 'Es el entrenador y el formador más importante que ha dado este deporte por su asombrosa facilidad para explicar y hacer entender el juego', afirma el comentarista de Teledeporte al tiempo que asevera: 'Tiene una visión romántica del Fútbol Sala que le hace ser único'.

El técnico brasileño siempre ha mostrado una extraordinaria firmeza en sus convicciones personales. Esas mismas que le impidieron ser seleccionador de España en el Mundial de 1988. 33 años después, Zego reveló en exclusiva como fue durante unas horas el técnico de La Roja en la tercera edición de un Campeonato del Mundo FIFUSA disputado en Australia.



Una comida con Antonio Alberca, presidente de la extinta Federación Española de Fútbol Sala, en la que Zego presentó una primera convocatoria. 'Hay mucha leyenda. No presenté la lista en una servilleta. Era una conversación informal. Lo que si es verdad que la gente de la RFEF se quedó pálida cuando vio los nombres que había escrito en aquella hoja', recuerda.

Zego se levantó de aquella mesa sabiendo que no sería el seleccionador español. 'Si yo era el entrenador, tenían que aceptar lo que yo quería. Tenía que usar la juventud con la experiencia. Necesitaba más velocidad y sabía que 4 jugadores de aquella lista tenían mucha calidad y luego lo demostraron con el tiempo'.

Sin embargo, años más tarde si seria seleccionador nacional de invidentes. 'Entrenábamos a la media noche y gracias a ellos resolví problemas que tenía con gente que veía. Ellos me enseñaron a entrenar con la pared y medir distancias. Aprendí mucho'.


 
Un orfebre que pulió a Ricardinho

Actualmente, Zego trabaja como director de una escuela privada de fútbol sala en Chicago (Estados Unidos). En el Cadence Soccer&Futsal Center, el técnico brasileño tiene a sus órdenes a 180 niños de edades comprendidas entre 7 y 12 años. Se considera un ciudadano del Mundo. Alguien para el Futsal no tiene secretos ni fronteras.

Así es, Zego es un Maestro orfebre con miles de kilómetros en sus botas. Un nómada, altruista y con un encomiable espíritu didáctico, que a lo largo de su dilatada trayectoria ha 'pulido' diamantes en forma de niño o niña desde Ushuaia a Ho Chi Minh. Rusia, Japón, Vietnam, Colombia, Argentina, Italia, Portugal, China, Canadá, Marruecos, Estados Unidos, Brasil y por supuesto España.

'Allí donde me llaman voy', dice con orgullo. Y en todos y cada uno de los sitios en los que ha estado, siempre ha dejado un recuerdo imborrable. Una transferencia de talento que ha generado notables dividendos.

Su 'joya' favorita es sin lugar a dudas Ricardinho. A Zego se le iluminan los ojos cuando recuerda aquellos primeros entrenamiento con el portugués siendo juvenil en el Gramidense, de Carolina Silva, la descubridora de 'O Mágico' y con la que el técnico brasileño coincidió recientemente en Carcavelos (Lisboa).


Lo tuvo claro desde el primer día que metió a entrenar a un chaval de 15 años con profesionales. 'Hablé con el presidente del Freixeiro para ficharle y me dijo que estaba loco. Cuando el niño es pobre, nadie quiere ser su padre. A día de hoy sigue arrepentido'. 

El 10 de Movistar Inter le llama Maestro y el técnico brasileño define así a un discípulo único. 'Para mis ojos, Ricardinho es el jugador más completo de todos los tiempos. Poca gente habla de los balones que recupera. Atrás y adelante. Jugando y haciendo que los compañeros jueguen. Dando pases, haciendo coberturas'.

Es imposible resumir la grandeza del técnico brasileño en un artículo o sintetizar su trayectoria en una entrevista. La vida de Zego es un compendio de historias que enaltecen la figura de un personaje capital en la historia del Fútbol Sala.

Cientos de anécdotas y miles de hilos invisibles que unen su nombre al de personajes claves en el desarrollo de este deporte. Un entrenador pionero cuyas ideas tuvieron un tremendo impacto. Un técnico que ha dejado una profunda huella. Un pedagogo del Futsal.