La Academia Red Blue cumple su tercer mes de vida en la Universidad de Málaga, donde se desarrolla desde el pasado mes de noviembre como una prueba piloto del gran proyecto de la Asociación para el fomento y desarrollo del Fútbol Sala.
La Academia Red Blue de Málaga, formada por 50 alumnos de edades comprendidas entre los 4 y 18 años, está dirigida por el entrenador del UMA Antequera, Manuel Luiggi ‘Moli’ y cuenta con la participación de varios de los jugadores de la plantilla de Segunda División de la LNFS y técnicos de la Academia: Crispi, Tete, Juanje, Claudio Da Silva y Óscar.



El ambicioso proyecto de la LNFS no ha dejado de crecer desde su primer día. Los alumnos y alumnas de la Academia asisten a dos sesiones de enseñanza semanales, que integran las clases de Fútbol Sala y el aprendizaje de la lengua inglesa, y ya han podido demostrar sus habilidades adquiridas en el I Torneo Solidario de Navidad Red Blue, que contó con la participación de todos los equipos que forman la Academia, desde la categoría prebenjamín hasta la juvenil.



La formación técnica y didáctica está adaptada a las edades de los niños, niñas y jóvenes que participan en el proyecto: “Para los más pequeños se hace más hincapié en motricidad técnica de base”, apunta Moli “de modo que la técnica deportiva incorpora complejidad y estrategia a medida que avanza la edad de los jugadores”.



Por su parte, Pedro Montiel, director de Deportes de la Universidad de Málaga, afirma que el siguiente paso será “una escuela de padres para que los progenitores no sean menos observadores de lo que ocurre en la cancha y se involucren en la educación en los valores que pretendemos inyectar en los niños y niñas”. El responsable académico recuerda que la UMA ha conseguido ya en tres ocasiones el trofeo internacional al juego limpio, un espíritu que pretende llevar a todas las actividades deportivas relacionadas con la institución académica.



María Ortiz, una alumna que cambió el fútbol por el Fútbol Sala



María Ortiz, de 12 años, es una de las alumnas de la Academia red Blue. Cambió sus clases extraescolares de fútbol por formar parte de la Academia, animada por dos compañeros de su instituto.



 Su padre, David Ortiz, aprecia las diferencias: “La enseñanza es más especializada. Creo que antes había más voluntad de conocimiento y ahora, aprende más técnica y estrategia”, comenta, al tiempo que resalta la importancia del aprendizaje del inglés hablado y escrito. Para María y su padre otra ventaja añadida es que en la Academia Red Blue “los grupos de enseñanza son pequeños. No hay más de ocho o diez niños por monitor y eso es muy positivo de cara a una enseñanza personalizada”