El pasado viernes 16 de junio tuvo lugar la fiesta de clausura de la ?Academia Red Blue Unifutsal Morata de Tajuña?, con la que la Academia madrileña daba por finalizada la temporada 16/17 de forma oficial. La fiesta se convirtió en un acto social, en la que jugadores, padres y entrenadores se convirtieron en los principales protagonistas.
Todo comenzó con unos partidos, por categoría, entre los niños y los entrenadores. Los padres, que abarrotaban la grada, pudieron comprobar los avances de sus hijos y disfrutaron mucho. Hubo goles, pero sobre todo hubo diversión y risas.



El trabajo en valores deportivos se palpaba abajo y arriba en la grada. Cuando los niños, los padres y los entrenadores trabajan en la misma dirección, en la del beneficio de los niños, el resultado siempre está asegurado, y no se escribe en forma de puntos, sino en forma de abrazos y felicidad.



Posteriormente continuamos con partidos entre padres y entrenadores, con especial mención al que cerró la tarde, el que se disputó exclusivamente entre madres, jugadoras de la Academia y entrenadoras. Que buen espectáculo para todos, pero sobre todo qué risas… Los niños lo pasaron muy bien viendo a sus padres, pero los adultos también lo pasaron en grande echando unas carreras.



Seguidamente, se dio paso a la entrega a cada niño de un obsequio final de temporada. El obsequio consistió en un llavero muy especial. Cada niño recibió una réplica de la camiseta que ha llevado durante toda la temporada, con su nombre y dorsal. Todos quedaron encantados y sorprendidos.



Una vez finalizada la celebración más deportiva, nos trasladamos al exterior del polideportivo para invitar a todos los niños y sus padres a un piscolabis. La diversión estaba garantizada por la actuación de un mago y la instalación de dos castillos inflables. Todos pudimos disfrutar de unas horas de conversación y reflexión sobre la temporada. Unas horas para conocernos un poco mejor, más allá de las prisas de la actividad cotidiana.



Han sido muchas las horas dedicadas a las clases particulares, clases de ajedrez y futbol sala. Hemos acertado muchas veces, pero también hemos cometido equivocaciones. Sin embargo, lo más importante es que, tal y como les pasa a los deportistas, crecemos a través de nuestros errores.



Las equivocaciones son fruto del riesgo que asumimos al proponer un enfoque diferente en la enseñanza del fútbol sala, desde el objetivo principal de procurar el crecimiento integral de los niños. Sin embargo, nos sentimos muy complacidos con el apoyo de niños y padres, y seguiremos el año que viene esforzándonos por mejorar. Trataremos de que nuestros aciertos se perpetúen y los errores tengan fecha de caducidad.