Ocho temporadas lleva Carlos Retamar en las filas del Fútbol Emotion Zaragoza. El jugador madrileño, llegó al conjunto aragonés durante el curso 11/12 procedente de Benicarló. Desde entonces, el cierre se ha convertido en una pieza fundamental para los esquemas del equipo maño. El pasado viernes en el Palau Blaugrana, Retamar cumplió 200 partidos oficiales vistiendo la elástica del Club, y en muchos de ellos, portando el brazalete de capitán.
“Orgulloso se queda corto”, cuenta el cierre. “Es algo que nunca habría imaginado y más si pienso en cómo fue mi llegada aquí con una grave lesión de rodilla. Es un honor defender a este club y a esta ciudad durante tantos partidos”, añade.

Además, el madrileño ha echado raíces en Zaragoza y se siente muy a gusto: “Desde que llegué he sentido el cariño de todo el club y la afición. Recuerdo hablar con José Ramón días después de romperme en Benicarló dándome su apoyo y diciéndome que estaba seguro de que iba a ser un jugador importante en este club”.

“Fue un gesto muy importante para mí y cada vez que me pongo la camiseta intento devolver ese cariño con mi trabajo. Además, personalmente aquí he conocido a mi mujer y he hecho grandísimos amigos, así que me considero muy afortunado”, confiesa.

Reconoce que no le gusta sentirse “un peso pesado” de la plantilla, porque “si por algo ha destacado este vestuario en estos años es en que todo se hace por y para el equipo. La responsabilidad es trasmitir eso a los más jóvenes y a la gente nueva que llega cada año”.

“El club está acertando con la gente joven así que lo que ahora somos Arturo, Victor, Nano o yo mismo, en unos años serán Iván, Óscar o Richi. Y lo que viene no se queda corto con los Tabuenca, Adrián, Yera, Diego o Forga”, explica.

La Copa de España Madrid 2018, un recuerdo imborrable 

Aún así, a pesar de que hay muchos buenos momentos, el madrileño se queda precisamente con la Copa de España “por todo lo vivido. Después de muchos años luchando por volver a estar en un evento así, conseguirlo el año que se hacía en Madrid, en el escenario que fue y dando la imagen que dimos es algo que siempre recordaré. En apenas 24 horas vivimos las dos caras del deporte y fue una pena ese último minuto porque creo que nos merecíamos haber estado en la Final”, relata.