Sobre su experiencia internacional, expresó que: “He hecho unos cuantos kilómetros y estas experiencias en el extranjero ayudan a crecer como persona. La etapa en Moscú (Dinamo) fue complicada porque son viajes muy largos y había un vestuario difícil, con ocho rusos y ocho brasileños que, aunque tenían diferencias entre ellos, compitieron y ganaron la Copa. En Kuwait viví un choque grande con lo que es la cultura española, pero es un país tranquilo y seguro en el que se puede trabajar de forma cómoda. Y en Italia tuve la oportunidad de dirigir a un grande como La Luparense, jugando todas las finales y ganando un Scudetto y una Supercopa, y al Nápoles. Allí son unos locos del ‘mercato’; aún no te ha dado tiempo de conocer a un jugador y ya lo quieren cambiar por otro. Pero al final es una cultura muy parecida a la nuestra”.
En cuanto a cómo se gestó su fichaje por el Fútbol Emotion Zaragoza, explicó que: “Hace un par de veranos hubo un rumor, un supuesto acercamiento, pero no se llegó a cerrar nada. La pasada primavera, cuando yo estaba saliendo de Kuwait, me llamaron para mostrar su interés por contratarme y acepté porque Zaragoza siempre ha sido una plaza histórica. Me tuve que adaptar a otro salario y otras circunstancias, pero me compensa por estar cerca de casa”.
El técnico celebra el buen arranque de temporada de los suyos: “Hay varios factores que han influido. Creo que haber hecho una pretemporada larga nos ha beneficiado, pero después estoy muy satisfecho por la forma en que estamos compitiendo. No estoy sorprendido, pero sí feliz por cómo ha respondido el grupo. El hecho de haber metido cinco jugadores nuevos ha facilitado incrementar el nivel del resto. Es lo que buscábamos y de momento lo vamos consiguiendo”.
Al ser cuestionado por si ve a los aragoneses disputando el Play Off, admitió que: “Vamos a ir partido a partido. Las expectativas crean más problemas que satisfacciones. No está mal soñar, pero mi labor consiste en mantener a los jugadores con los pies en el suelo”.
El entrenador de los maños reflexionó que: “Estamos ante una homogeneización del jugador. Pocos consiguen mezclar acciones espectaculares, que son las que llevan a la gente al pabellón, con la efectividad. El juego sistemático se ha impuesto. Casi todos son completos física y técnicamente porque se entrena más y mejor. Y las diferencias llegan en lo táctico. Se corre más, se pelea más y se trata de no fallar. La faceta táctica, el juego más sistemático, ha ido eclipsando la espectacularidad”.
“Desde finales de los años 90 hacia aquí, nuestro país ha crecido tácticamente hasta llegar a pasar por encima de Brasil, que siempre tuvo a los jugadores más habilidosos. Hemos mejorado hasta el punto de contrarrestar esa superioridad técnica. Ganamos los campeonatos del mundo de 2000 y 2004, y los brasileños, que antes solo seleccionaban a quienes jugaban en su liga, se dieron cuenta de que ganaban riqueza táctica convocando a los que militaban en Europa. Otra prueba está en lo bien valorados que están los entrenadores españoles fuera de aquí”, añadió.