David Ramos, entrenador del Viña Albali Valdepeñas
David Ramos, entrenador del Viña Albali Valdepeñas
Sin competición en la Liga Nacional de Fútbol Sala por el COVID–19, David Ramos, técnico del Viña Albali Valdepeñas, compareció en una entrevista en exclusiva para la Asociación de clubes donde analizó como está viviendo el confinamiento obligatorio, su día a día de trabajo, las posibles consecuencias que va a tener esta crisis sanitaria en el deporte, entre otras cosas.
1.- ¿Cómo está viviendo estos días de confinamiento?

“Más allá de la desgracia que estamos viviendo todos, y que en mi caso personal me ha tocado vivirla en primera persona, ni que decir tiene que estando cerca de los tuyos, reforzando emocionalmente a todo tu entorno tras sufrir un golpe tan duro. No queda otra que seguir hacia adelante. Asumiendo la situación y deseando que pase para intentar volver a nuestras rutinas día a día de la mejor manera posible”.
2.- Supongo que al igual que los jugadores siguen un plan específico de trabajo, los entrenadores también se encuentran ‘activos’ en estos días realizando diversas tareas, informes, scouting, nuevos entrenamientos, etc.

¿Cómo es el día a día de trabajo de un entrenador?

Me pongo a ver charlas de otros entrenadores, clinic, conferencias. Intento valorar otros modelos de trabajo, otras ideas, estudiarlas y analizarlas. Por otro lado, cuando saco tiempo me pongo a ver partidos ya no solo de la Liga española, sino también de otras ligas por tener conocimiento de otras formas de jugar, otros patrones y viendo jugadores por cualquier oportunidad que pueda surgir.

¿Qué rutina de trabajo mantiene para seguir ligado al día a día del equipo?

Al final estoy en contacto con la dirección deportiva como el resto de cuerpo técnico. Ahora mismo casi todo el trabajo lo está diseñando nuestro preparador físico, Javier Corrales, y a partir de ahí estoy atento a lo que él me va contando. El grupo está intentando sacar ‘jugo’ a la situación, siendo muy profesionales y correctos con lo que requiere la situación.

3.- ¿Cómo ha tenido que modificar, si es que lo ha hecho, su programación deportiva por el parón?

¿Cómo crees que afectará esto al rendimiento del equipo y que consecuencias traerá?

Al final el parón dada la línea que llevábamos es inconveniente. Pero como llevo diciendo a lo largo de la temporada las cosas vienen como vienen. No podemos estar lamentándonos, al final hay que adaptarse a las situaciones que van viniendo y en este caso estamos un poco a la expectativa porque realmente no sabemos lo que va a pasar. En función de lo que ocurra iremos valorando, pero lo que tenemos que intentar es estar lo mejor preparados en este tiempo por si la competición se reanuda que tengamos que perder el menor el menor tiempo posible en adaptarnos a los ritmos que exige nuestra categoría.  

Los efectos que pueda tener todo esto son difíciles de saber. Nosotros tenemos que intentar estar lo mejor preparados para si la competición se reanuda estemos lo más aptos posible tanto a nivel físico como a nivel mental. Lo que más me preocupa es que haya prisas por volver a la competición, por recuperar las sensaciones que nos suponen nuestra categoría y que esto se convierta en un hándicap con la aparición de lesiones. A nivel de identidad, nuestros jugadores tienen muy bien asimilado nuestra idea, filosofía y con un par de pinceladas volverían a coger el hilo.

4.- ¿Qué es lo que más echa de menos del Fútbol Sala?
Lo echamos mucho de menos. Las relaciones día a día, ya no solo las relaciones de trabajo con el cuerpo técnico, sino también con los jugadores, las bromas, la capacidad de superación, el trabajo.