“Estoy contento porque al final esto dura cuarenta minutos. Ribera nos ha empujado, pero esto es creer hasta el final, es que el grupo entienda que hemos ganado como equipo. Ganar cuesta un mundo y nadie puede dormirse. Nos toca empezar a matizar cosas, pero percibo cosas buenas y veo al equipo cada vez más hecho. En definitiva, creo que el equipo, mentalmente, ha estado muy predispuesto, pero también tenemos que dar un paso al frente”, explicó en primer lugar el técnico del Viña Albali Valdepeñas.
Por eso, no dudó en reconocer que “estos tres puntos saben muy bien porque cuesta mucho ganarlos- Hay que disfrutarlos y darles su valor. Hemos tenido un hándicap importante estos diez días; Bynho y Lazarevic llegaron ayer, Lemine se incorporó el miércoles, Claudino y Boyis llegaron el martes, Edu el miércoles…Por eso, esta victoria nos da un plus de creer en nosotros y en nuestras posibilidades”. En este sentido, hablando sobre el partido, el técnico madrileño apuntó que “con el 3-1 cometemos el error de bajar la defensa, de negociar algunos esfuerzos a nivel defensivo y luego una falta que hacemos en diez metros tiene que ser porque el rival te ha expuesto y no regalarla porque el rival se mete en el partido”.
Por último, no se mordió la lengua a la hora de manifestar que “esta victoria también es un recado para nosotros; para los jugadores, para el cuerpo técnico, y para la afición y el entorno que debe entender que las cosas cuestan mucho… Sobre todo, cuando las cosas no van bien es cuando más hay que empujar y la gente tiene que entender que nosotros sabemos lo que esperan de nosotros y que vamos a pelear para dárselo. La gente nos tiene que apoyar más todavía, sobre todo cuando las cosas se tuercen porque hay algunos que están deseando que tropecemos. Todos queremos hacer un año importante y vamos a remar todos en el mismo sentido porque cuesta mucho. Cuando la cosa se ponga dulce, disfrutemos, pero cuando las cosas se pongan difíciles es cuando más juntos tenemos que ir”.