Este fin de semana el Fútbol Sala homenajeó a Miquel Jaume, presidente y fundador del Palma Futsal que falleció el pasado miércoles. En el duelo entre el conjunto balear y Córdoba Patrimonio de la Humanidad, al que asistió el presidente de la Liga Nacional de Fútbol Sala Javier Lozano, el capitán de los baleares Carlos Barrón depositó un ramo de flores en la silla del palco en la que se sentaba el máximo dirigente del club balear, y después se guardó un emotivo minuto de silencio que también se produjo en otros encuentros.
El mundo del Fútbol Sala está de luto por la pérdida de Miquel Jaume, presidente y fundador del Palma Futsal que falleció el pasado miércoles. Este fin de semana el deporte del 40x20 le homenajeó con sentidos minutos de silencio y un emotivo acto en el duelo entre el Palma Futsal y el Córdoba Patrimonio de la Humanidad.


El partido estuvo marcado por los actos simbólicos que se realizaron hacia el presidente y fundador del Palma Futsal, Miquel Jaume. El momento más emotivo fue cuando el capitán del Palma Futsal, Carlos Barrón, cogió el centro de flores con los colores del club situado en el centro de la pista y lo subió por la grada para colocarlo justo donde se ha sentado el presidente durante los siete años que lleva el club jugando en Son Moix. Por la magafonía sonaba una pieza a piano y violín que hizo que el momento fuera simbólico, emotivo y muy sentido para la familia del Palma Futsal. El capitán dejó el centro de flores en el asiento que llevaba la funda que ha usado en cada partido el presidente.



Fue la imagen que quedó para todo el partido, con el palco vacío durante todo el encuentro y luciendo una pancarta con el lema "Gràcies, Miquel". Acto seguido se procedió a uno de los minutos de silencio más sobrecogedores que se recuerdan en el recinto, con toda la plantilla al completo abrazada en el círculo central, con María y Miquel, los hijos del presidente del Palma, en plena pista arropados por el vicepresidente del club y amigo íntimo de Miquel Jaume, Tomeu Quetglas, del director general, José Tirado, con todos los trabajadores del club y apoyados por Javier Lozano, presidente de la LNFS. En la otra parte de la pista, el Córdoba Patrimonio, que cedió el círculo central al equipo palmesano para que ocuparan la pista para rendir el tributo a su difunto presidente. Nunca antes se había vivido un momento tan emotivo en Son Moix, con un acto sencillo, simbólico y muy sentimental.



Toda la plantilla, cuerpo técnico y trabajadores del club llevaron un brazalete negro con el lema "Gràcies, Miquel", lema que también se proyectó en los leds de la pista durante todos los actos de recuerdo al dirigente. Además, los jugadores lucieron el nombre de su presidente debajo del escudo con el lema "sempre amb noltros”.

Además del homenaje realizado en Son Moix, en otros pabellones se guardó un sentido minuto de silencio antes de comenzar los respectivos encuentros.