El Sporting de Portugal superó sus decepciones pasadas, cumplió su anhelo y conquistó la tan perseguida Liga de Campeones con una victoria 2-1 frente al Kairat Almaty, el anfitrión de la Final a Cuatro, doblegado por el bloque portugués y los goles italianos de Diego Cavinato y Alex Merlim.
Tras años y años de espera, después de haber perdido sus tres finales precedentes, dos de ellas en los últimos dos años, el Sporting reina en Europa, capaz primero el viernes de derrotar en las semifinales al Inter, el campeón de los campeones del torneo, y este domingo de vencer al equipo local y sus 12.000 espectadores.

Lo logró en el inicio del segundo periodo, cuando rompió un partido de tremenda igualdad. Imbatibles en el primer tiempo los porteros, Guitta en el bando luso e Higuita en el kazako, dos líderes para sus equipos, al minuto y 17 segundos de la reanudación el equipo portugués golpeó en el marcador por medio de Cavinato, asistido por Cardinal, para comenzar a decantar la final de su lado.

Un trallazo de Alex Merlim amplió la renta cinco minutos después para dar una ventaja de dos goles al Sporting de Lisboa, el mejor bloque defensivo de toda la actual edición de la Liga de Campeones, con todo lo eso supone para su adversario cuando se trata de levantar dos dianas, con Guitta enfrente y en una final de detalles.

Rugió el Almaty Arena, lleno para la cita, al igual que lo estuvo para su duelo de semifinales, y sufrió el Sporting, cuando Douglas Júnior, a pase de Favero, reenganchó al partido al Kairat a falta de sólo dos minutos y 21 segundos; un mundo en el fútbol sala, pero insuficiente este domingo para él. Europa viste hoy de verdiblanco.