Pescados Rubén Burela logró el pasado sábado el ascenso a la máxima categoría del Fútbol Sala nacional tras empatar en la antepenúltima jornada con el Noia Portus Apostoli. Título especial para un jugador de la casa, Iago Míguez, que, tras un año complicado a consecuencia de las lesiones, regresaba el pasado verano a la entidad naranja para “vivir momentos como este”, como el mismo afirma en declaraciones a El Progreso de A Mariña.
Después de conseguir el ascenso a la máxima categoría, el ala Iago Míguez destacaba que “para mí fue una recompensa después de tantos años en el club. Siempre luchando y peleando por lograr un ascenso en la pista, algo que nunca antes se había conseguido”.

“Desde pequeño viví muchos Play Off de Ascenso y oportunidades perdidas. Este ascenso es una fiesta y una alegría y reconocimiento a todos los jugadores que estuvieron también a punto de conseguirlo. Además, llega en la temporada en la que decidí volver”, afirmaba.

Esta ha sido una temporada complicada para Iago Míguez a consecuencia de las lesiones, “a nivel personal, no fue la temporada deseada, pero todo lo vivido ahora compensa. En ningún momento pude estar al cien por cien, pasé cuatro meses en el dique seco y tuve que ir cogiendo poco a poco el ritmo de mis compañeros”.

“Intenté ayudar siempre lo máximo posible en la segunda vuelta y al final llegué a tiempo para disfrutar a tope de estos momentos increíbles”, recalcaba. A falta de dos jornadas para el término del campeonato, el jugador gallego señalaba que “ahora nos quedan seis puntos en juego que intentaremos sumar para conseguir el mayor número de puntos posibles”.