Pese a su corta edad (25 años) ha jugado ya en 7 equipos de países diferentes (contando al Valdepeñas). En juveniles comenzó en el First Vienna austriaco. En la 2017-18 se marchó al Ekonomac serbio donde estuvo una campaña. La siguiente temporada la jugó en Portugal en el Burinhosa. Un año después recaló en el Mostar bosnio. Hace dos temporadas estuvo en el Halle-Gooik belga. Y el año pasado jugó en el Tyumen ruso, hasta recalar en marzo en el equipo vinatero.
El crack serbio ha enamorado a la afición del Virgen de la Cabeza con su calidad y su pegada. Un portento físico y técnico. Un jugador total que marca diferencias en el esquema de David Ramos. “Todo lo que siempre he querido ha sido jugar en la LNFS. No hay excusas. Es mi momento”, asume un motivado Lazarevic.