Esta ausencia obliga a Javi Rodríguez a echar mano del filial con Lluis Sanguino, que lleva toda la temporada en dinámica del primer equipo, y que incluso en alguna ocasión ha sido convocado como tercer portero en varios partidos de Liga jugados en casa, aunque no ha llegado a debutar todavía. Por su parte Mario no quiere marcarse ningún plazo para su reaparición: “Me encantaría llegar a la Copa del Rey, tengo la espinita clavada de la pasada Final Four de Málaga y estoy ansioso por jugarla. Hacer previsiones es complicado con este tipo de lesión pero si es verdad que voy a intentar en la medida de lo posible llegar para ayudar al equipo".
Mario ha jugado hasta ahora 17 partidos de Liga (15 como titular y 2 como suplente) y se ha ido alternando la portería con Borja Puerta en una cohabitación que ha acabado funcionando. En su hoja de servicios nunca había sufrido una lesión de cierta gravedad: “Desde que juego profesionalmente no he tenido ninguna lesión de importancia. Me conozco muy bien y trabajo mucho para prevenir todo tipo de lesiones, al final en una jugada fortuita del partido tuve mala suerte, pero conociéndome sé que voy a trabajar bien con el fisioterapeuta y con el preparador físico para agilizar el proceso de recuperación y sobre todo y lo más importante, volver sin ningún dolor para no recaer".