La renovación de Óscar le permite prepararse para su décimo curso consecutivo. Un largo recorrido que le ha permitido ser partícipe de los momentos más especiales vividos por la entidad destacando los tres ascensos. “Estoy contento de formar parte de este nuevo proyecto que se está haciendo, agradecido al club y con ganas de empezar de nuevo”. Por otro lado, el 21 verde expone lo complejo que es conservar una plaza en la élite nacional, aunque se queda con lo positivo. “Una pena el descenso. Sabemos que la Primera División es muy complicada, tenemos que aprender de los errores que cometemos en esta Liga y el año que viene se intentará, por qué no, subir de nuevo otra vez. Muy contento de ir ganando experiencia en la máxima categoría”.
El campeonato recién acabado no fue nada fácil a nivel deportivo, sin embargo, contó además con el hándicap de la situación sanitaria marcada por el coronavirus y el hecho de haber contado en pocas ocasiones con aficionados en las gradas. Tristemente predominó el jugar a puerta cerrada y no poder compartir con los seguidores de la escuadra antequerana la recompensa de regresar a la mejor Liga del mundo. “El público, en un equipo pequeño como nosotros, lo echamos mucho en falta. Quizás los grandes no porque con la calidad que tienen, le basta. La primera parte de la temporada fue bastante buena y después, en la segunda vuelta, cogimos una mala racha que no supimos salir de ella y se alargó demasiado. Al final ha sido lo que nos ha condenado”, apunta el segundo capitán.
Ya está en marcha la exhaustiva labor de confeccionar el nuevo proyecto. “Como en todos los clubs y cada año, hay altas y bajas. Desearle, a los que han decidido tomar otro camino, mucha suerte en el futuro y, por qué no, pronto nos veremos jugando en contra o en el mismo equipo otra vez. El nuevo proyecto tiene cosas muy interesantes y se ha empezado por renovar el núcleo fuerte que somos los tres capitanes y, por lo que se escucha y se rumorea, creo que se va a quedar bastante gente, más de lo que esperaba, siendo sincero. Muy contento con lo que se está creando”. Asimismo, Óscar resalta lo especial que es compartir todo con Miguel Conde. “Llevamos desde pequeños en Cuevas del Becerro y jugando desde los 9 años al fútbol 7 y ahora que tenemos 28, otra campaña más juntos aquí y llevamos en el equipo una década. Llegamos como juveniles, para mí es como si fuese un hermano y hemos vivido muchísimas cosas bonitas, también tristes, pero nos quedamos con todo lo bueno que hemos tenido”.
La figura de Manuel Luiggi Carrasco “Moli” ha sido primordial para el ala malagueño que se muestra muy agradecido por la confianza depositada durante tanto tiempo. “Moli fue el que me dio la oportunidad de estar aquí. Desde juveniles estoy en este conjunto y él me llamó y también a Miguel y a nuestro entrenador. Con tan solo 18 años contó con nosotros, nos hizo una prueba y estoy muy agradecido. Seguramente si no hubiera sido por él y esa llamada, no estaría aquí en estos momentos. Ha sido un padre deportivo y ha estado apoyándonos tanto en lo bueno como en lo malo. Lo vamos a echar de menos en el banquillo, pero la función que ejerce ahora de director deportivo, la va a hacer fenomenal como viene haciéndolo y lo vamos a tener cerca que es lo bueno”.