El partido fue “complicado” no solo desde el inicio del partido, sino también “ya desde el trabajo semanal”, tras venir de “tres partidos muy exigentes”, lo que los llevó “a pagar un peaje importante en los entrenamientos de esta semana, con jugadores regulados o que no podían participar en las sesiones”, con el único objetivo de “recuperarlos para el partido de hoy y condicionó mucho a nivel colectivo.”
Los ferrolanos tenían claro que “teníamos que sacar adelante el partido de casa si queríamos seguir en las primeras posiciones”, por lo que “hoy más que nunca fuimos un equipo”, donde supieron “sufrir y controlar los tiempos de juego.”
Las decisiones arbitrales durante el segundo tiempo, con varias faltas en los primeros minutos “nos desorganizaron con tanta protesta, aunque los jugadores tenían razón”, lo que hizo que “estuviéramos desorganizados a nivel defensivo y pudieron caer goles en los dos lados”, aunque con el paso de los minutos “pudimos volver a organizarnos y aprovechar las incorporaciones de Gozi, dándole tranquilidad al partido”, lamentándose de que si “hubiéramos aprovechado todas las ocasiones, podríamos haber obtenido más diferencia.”
Óscar Vigo reconocía que “sabíamos perfectamente” cuales eran las fortalezas del Alzira “con conexiones con pívot de Rafa y Pedro”, además de intentar atacar su cambio de marca “y creo que tuvimos éxito.”
El entrenador reconocía que en el descanso hablaron que “había que tener mentalidad en la finalización y eso lo estamos logrando” y le preocuparía que estas ocasiones “fuesen muy pocas”, y en la eficacia “habrá partidos en los que entre todo y hoy tuvimos a un portero rival que lo paraba todo.”