Una enorme pancarta desplegada en Gondomar sirvió para despedir a Ricardinho
Una enorme pancarta desplegada en Gondomar sirvió para despedir a Ricardinho
Ricardinho disputó el pasado jueves su último partido con la camiseta de Portugal. El luso volvió a vestirse con la camiseta de su país tras conseguir levantar la copa del mundo, en un partido en el que Portugal cayó ante Belgica (2-3).

Un emocionado Ricardinho se mostró eufórico ante el público por el cariño recibido. "Es la primera vez que juego con la camiseta que tiene una estrella de campeones del mundo. Llegar aquí y ser recibido de esta forma por mis compañeros, mi familia de Portugal y despedirme de esta forma, con un gol. Quería ganar, pero como era un día de fiesta, el resultado era lo menos importante".

Sin embargo Ricardinho se retira con Portugal con un trofeo pendiente que, a día de hoy, sigue siendo una reivindicación histórica del fútbol sala. "Había dos 'trofeos' que me faltaban y que nunca había conseguido: entrar con mis hijos a una pista antes de un partido y el segundo era jugar unos Juegos Olímpicos. Desgraciadamente, sólo conseguí hacer realidad uno de ellos".


Con vistas al futuro, Ricardinho anunció que ahora pasará a la dirección deportiva del fútbol sala portugués para intentar ayudar a esta modalidad a ocupar el lugar que se merece.

"Ahora soy embajador de fútbol sala de la Federación Portuguesa de Fútbol y haré todo, junto con el presidente, para que las chicas ganen un Mundial y para que finalmente se mire a nuestro deporte con el valor que se merece", finalizó el portugués.