Ramón Martínez, entrenador del Real Betis Futsal, celebra la salvación.
Ramón Martínez, entrenador del Real Betis Futsal, celebra la salvación.
En un agónico final de Liga regular, el Real Betis Futsal logró vencer en un partido de infarto a Manzanares Quesos El Hidalgo en San Pablo. Los andaluces cumplieron con su obligación y la derrota de Fútbol Emotion Zaragoza en Son Moix confirmó una salvación épica en Primera División. Uno de los grandes valedores de la permanencia ha sido Ramón Martínez, entrenador del filial y de sangre verdiblanca, que cogió las riendas del primer equipo a falta de seis jornadas para la conclusión de la temporada. El técnico onubense se convirtió en el gran salvador de la parroquia bética, que con la certificación del Real Betis Futsal para el próximo curso en la máxima categoría también se asegura el filial su plaza en Segunda División. Un hecho que, según asegura en exclusiva a la Liga Nacional de Fútbol Sala, "ni en sus mejores sueños hubiese imaginado todo lo que le ha ocurrido en estos últimos meses", pero si hay una cosa que tiene clara, y es que "siempre estará al servicio del club".
La campaña 2021/22 será muy difícil de olvidar para Ramón Martínez. El entrenador onubense ha sido uno de los nombres propios del club bético en la sección de Fútbol Sala. Una figura clave que ha escrito una página de oro en la historia de la entidad. El técnico de Villalba de Alcor ha vivido un curso discontinuo en sus labores, pero cuya profesionalidad y amor al beticismo le ha llevado a convertirse en un héroe verdiblanco. Desde hace más de cinco años, Ramón Martínez pertenece a la estructura del club bético y, aunque ya dirigió al filial en Segunda División B, este sería su segundo año ocupando el cargo de segundo entrenador al frente del primer equipo en la élite.

El Real Betis Futsal afrontaba una temporada histórica con el primer equipo en la máxima categoría y el debut del filial en la división de plata. No obstante, el curso no arrancó de forma óptima para ninguno de los dos conjuntos. Los de Juanito -entrenador de la primera plantilla por aquel entonces- obtuvieron unos resultados muy alejados del objetivo marcado por la entidad. Paralelamente, el filial verdiblanco luchaba cada jornada para asentarse en la categoría. "Las situaciones del filial y del primer equipo eran parecidas, equipos en descenso y con el objetivo de la salvación. Gracias al trabajo de todos hemos conseguido salir de esta situación", remarca Martínez a la Liga Nacional de Fútbol Sala. 

En enero de 2022, David Zamorano comunicó al club la renuncia de su cargo como entrenador del filial y Ramón Martínez fue la apuesta para mantener al equipo canterano en Segunda División. Desde la Jornada 20 hasta la 32, ambas inclusive, el entrenador onubense realizó un trabajo sensacional que sirvió para desplazar al filial del descenso y posicionarlo dos puntos por encima de la zona roja, a falta de dos jornadas para la conclusión de la Liga.

El buen trabajo desarrollado por Ramón Martínez en el banquillo filial, ligado a una situación comprometida del primer equipo en la clasificación, conllevó a que la directiva verdiblanca confiara en Martínez para sustituir a Juanito en la primera plantilla. El elegido fue un hombre de la casa, conocedor de la sección, de los jugadores y del club, y el entrenador acudió a la llamada bética. El reemplazo se produjo a finales de abril, a falta de seis jornadas para la conclusión de la Liga regular. En ese tramo de la temporada, el Real Betis Futsal se encontraba en los puestos del descenso a tres puntos de la salvación. Ramón Martínez cogió las riendas del equipo con un objetivo claro: sumar el mayor número de puntos posible para alcanzar la permanencia en la Mejor Liga del Mundo.

Su debut como primer entrenador en la máxima categoría no fue el más deseado, ya que cayó derrotado en casa frente al Palma Futsal. Sin embargo, a partir de esa fecha, el Real Betis Futsal experimentaría un salto cualitativo en la pista y cuantitativo en la clasificación. Una victoria y tres empates consecutivos permitieron a los verdiblancos llegar a la última jornada de la Liga regular a tan solo un punto de la salvación. Una posibilidad muy difícil, ya que no dependían de sí mismos, pero que podía suceder. 

San Pablo se vistió de gala para acoger una ‘final’ contra un equipo lanzado como Manzanares Quesos El Hidalgo. "La ansiedad y el estrés se notó desde el minuto 1 y se apoderó de la plantilla. Cuando el jugador está en estas circunstancias, la toma de decisiones es mucho menos efectiva y mucho más precipitada. Así que hubo momentos donde te ves fuera y otros donde estás dentro", explicaba el técnico en exclusiva a la LNFS. El enfrentamiento fue agónico, los andaluces tuvieron que remontar a los castellano-manchegos y tirar de épica para cumplir con sus deberes. Una afición volcada con el equipo, un Cléber estelar con cinco goles y un sufrimiento desmedido pero trabajado en el tramo final permitieron la victoria bética sobre los manzanareños por 6-5. Firmado el triunfo, tan solo quedaba esperar la confirmación de la derrota de Fútbol Emotion Zaragoza en Son Moix. El sueño se hizo realidad, el Real Betis Futsal consiguió una salvación in-extremis en Primera División y Ramón Martínez obró el doble milagro, ya que el hipotético descenso del primer equipo a Segunda también desbancaría al filial de la categoría de plata. Una permanencia doble. Una proeza histórica para el club. "Ni en mis mejores sueños hubiese imaginado todo lo que me ha ocurrido estos últimos meses. Los jugadores han creído en lo que el cuerpo técnico quería transmitir y eso es vital para salir del agujero. Ahora mismo no sé cuál será mi labor el año que viene, pero lo que si tengo claro es que siempre estaré al servicio del club y en la parcela que necesiten estará Ramón Martínez", afirmó.


Guille Murillo, fiel escudero de Ramón Martínez

Una vez firmada la permanencia en la Primera División, Ramón Martínez quiso agradecer a todos los que han estado implicados en la consecución del objetivo. Guille Murillo, segundo entrenador del primer equipo, ha sido una de las figuras más destacadas e importantes en la labor desarrollada por el cuerpo técnico. Nacido en Sevilla, un hombre de confianza para Ramón Martínez, que, tras confirmarse la salvación de los béticos, se fundió en un emotivo abrazo con Murillo sobre el 40x20 de San Pablo.