El telón de la Copa de España 2019 echó el cierre. El Pabellón Fuente de San Luis dejó historias para el recuerdo, sonrisas de unos y lágrimas de otros, pero por encima de todo dejó impregnado en todos el espíritu humano que guarda el fútbol sala, y una Minicopa, en la que Teresa Julve y Lucía Soriano fueron las grandes protagonistas.
El fútbol sala es ese deporte en el que lo importante es el balón y desde 2013, año en que nació la Minicopa, torneo disputado por los filiales sub-13 de los equipos participantes, pudimos conocer a dos jugadoras de un nivel estratosférico, la guardameta y la ala de Peñíscola Il Capo, como se denomina el conjunto peñiscolano.

El deporte femenino está en su máximo esplendor. Hace pocas semanas, la selección femenina de fútbol se coronaba campeona de Europa por primera vez en la historia, e histórico también ha sido el combinado que formó el Peñíscola RehabMedic con jugadores del club, del Cabanes y del Vinaroz, en el que se encontraban Teresa y Lucía.

Osasuna Magna y Peñíscola RehabMedic se vieron las caras en el pabellón valenciano de la Malvarrosa. Aunque el conjunto de Baix Maestrat no pudo pasar a semifinales, sus jugadores y jugadoras pudieron disfrutar de una experiencia sinigual, ante la mirada de históricos como Javi Eseverry, Jordi Torras o Juanlu Alonso, entre otros.

“Estar en esta Minicopa es un orgullo para todos. Mi ídolo es Ricardinho, aunque también Raúl Gómez es de mis jugadores favoritos”, declaró Lucía al diario Marca. Y añadió, “mi sueño es poder llegar en algún momento a jugar en Primera. Aunque lo veo muy difícil, tendré que trabajar mucho”.

Sin embargo, Teresa antes de jugar en el 40x20 empezó en el fútbol. 'Me quedé sin equipo, me pasé a jugar al fútbol sala y me acabó gustando mucho. Ahora me quedo con el fútbol sala. Venía para ser jugadora de campo, pero no había portero y me puse', dijo al diario Marca.