David Pazos, del Noia Portus Apostoli, conduce el balón ante Tony, del Xota FS
David Pazos, del Noia Portus Apostoli, conduce el balón ante Tony, del Xota FS
Los colegiados no vieron una clarísima mano de Fabinho en la acción del 2-1 final, que además se produjo justo sobre la bocina. Los noieses tuvieron que reponerse anteriormente a más golpes, como la roja directa en la primera mitad a Lluc, un gol fantasma de Altamirano, lesiones y hasta tres tiros al palo.

Luchar ante todas las adversidades para acabar con cara de tonto. Eso le tocó vivir al Noia Portus Apostoli FS en su visita a Anaitasuna, donde todos los esfuerzos realizados no valieron para nada ante un gravísimo error de la pareja arbitral, que concedió el clarísimo gol con la mano de Fabinho sobre la bocina que dejó los tres puntos para Osasuna Magna.

Y eso que el inicio fue inmejorable para los intereses blancos. Rufino adelantó a los suyos empujando a la red un balón suelto en el minuto 2 de juego. El tanto dio poso a los de Tomás de Dios, que se mostraron muy sólidos atrás, sin conceder apenas nada a los verdes, y contaron con ocasiones para hacer el segundo, como los disparos a los palos de David Pazos y Lluc.

Pero, por encima de todas ellas, la de Altamirano. El argentino acompañó el pase de David Pazos con un leve toque hacia la portería, que Asier frenó justo en la línea... o no. Un gol fantasma que en eso se quedó, ya que los árbitros no apreciaron algo que en las imágenes ofrece serias dudas.

Tampoco habían apreciado, en un principio, que la falta de Lluc a Toni en el minuto 18 era merecedora de roja directa. Con la amarilla fuera del bolsillo de uno de los colegiados, la decisión cambió a la expulsión, después del bullicio generado en torno a un Toni que, en primera instancia, se dolía en el suelo, pero, afortunadamente, pudo recuperarse y seguir jugando, al contrario que el capitán noiés.

Resistió en inferioridad numérica el Portus Apostoli, incluso también los segundos en los que estuvieron así en la reanudación. Ya en el cinco contra cinco, Osasuna Magna se mantuvo muy activo en ataque, en los que fueron probablemente sus mejores minutos. Finalmente, y aunque el Noia tuvo oportunidades de hacer el segundo, Linhares igualó la contienda superado el ecuador del segundo acto con un fuerte remate sobre el marco de Henrique.

El brasileño sería protagonista negativo unos minutos después, en el mismo minuto en el que una virguería de Pirata se estrelló en el palo. Y es que por molestias físicas tuvo que dejar su sitio en el terreno de juego al debutante en la categoría Iván, corriendo la misma suerte que primero Lluc, por la roja, y más tarde Pola, también aquejado de dolores.

El vigués acabaría volviendo a cancha para defender como fuera el portero-jugador local a tres minutos del final. Sin arrugarse lo más mínimo, Iván completó dos buenas paradas, justo antes del escándalo. Una evidente mano que ni los dos árbitros principales, ni el tercero, ni la mesa lograron ver, a pesar de contar alguno de ellos con una panorámica perfecta de la acción, arrancó un punto del saco noiés al mismo tiempo que sonaba la bocina final. Las protestas de nada valieron, más que de una amarilla a Pau, y el remate con el brazo de Fabinho subió al marcador ante la incredulidad de un Noia indignado y frustrado.

El Portus Apostoli se queda con 1 punto en la tabla tras 3 partidos. La próxima semana, el sábado 30 a las 18:00h, visita el Agustín Mourís el Barça, actual campeón de Liga.