Un título a fuego lento: el Barça celebra la LNFS después de casi ocho meses de dominio

La derrota culé en el debut del curso, precisamente en Son Moix, ha quedado en una mera anécdota. El equipo firmó una respuesta de gigante tras este primer traspiés y, con una dinámica inmediata de cuatro victorias consecutivas, recuperó el terreno perdido hasta atrapar la cabeza de la clasificación liguera en la primera semana de noviembre. Jesús Velasco, de estreno en el banquillo esta temporada, dio con la tecla para poner en funcionamiento la maquinaria azulgrana, un esquema que destapó el potencial del equipo antes del final del 2021. Pese a tener que compaginar estos compromisos con sus primeros duelos europeos, el Barça mantuvo unos registros envidiables que le permitieron adquirir un colchón valiosísimo respecto a sus perseguidores más inmediatos en Liga. No dieron lugar a respuesta alguna de aquellos equipos que acechaban desde el retrovisor, y es que los barcelonistas también cumplieron sumando de tres en sus partidos adelantados ante las complejidades del calendario de la UEFA Futsal Champions League.

El tirón del Barça, en números, se tradujo en diez puntos de ventaja sobre el segundo clasificado al término de la primera vuelta de la Liga. No obstante, justo en este momento (mediados de febrero), el Barça empezó a notar por vez primera falta de combustible. Las jornadas 14 y 15, ante Jimbee Cartagena y Palma Futsal, fueron las primeras de la temporada en las que los azulgranas encadenaron más de un partido sin ganar. Una plaga de lesionados mermó el avance culé a pesar de recurrir a un buen número de talentos de La Masía. También influyeron las distracciones de las fases decisivas en los primeros torneos del curso. La Supercopa de España desvió la atención en este momento, el mes siguiente hubo que hacer frente a la Copa de España y, ya a finales de abril, tocó afrontar la Final Four de la Champions: todas ellas se saldaron con título barcelonista. A pesar de acumular éxitos en competiciones ajenas, la renta en el liderato liguero se deterioró, especialmente, después de la Semana Santa.

Una racha de una sola victoria en las cuatro jornadas disputadas en abril dio alas al resto de aspirantes a la cabeza de la Liga regular. Desde la lejanía, el Barça comenzó a sentir el aliento de unos lanzados Jimbee Cartagena, Inter FS o Palma Futsal, pero la mejor versión culé relució nuevamente en un imponente mes de mayo. Hubo que esperar hasta la Jornada 28, tras vencer 2-8 en casa del Ribera Navarra FS, para certificar de forma matemática su campeonato durante el ejercicio regular y, con ello, el pase al Play Off con todos los beneficios posibles en lo relativo al ‘factor pista’ y al desempate.

Enfrentarse al gran rival a batir supuso una motivación desorbitada para sus rivales en las eliminatorias. Conscientes de la entereza de su rival en cruces a ida y vuelta, primero ElPozo Murcia Costa Cálida y después Viña Albali Valdepeñas obligaron a exprimirse al máximo al conjunto catalán, que llegó incluso a verse forzado a disputar una prórroga en Cuartos de Final para no ver frustrado su intento de finalizar el curso como tetracampeón. Incluso con apuros, el Barça no se vio durante ningún segundo del Play Off en desventaja, siempre exponiendo a sus rivales a buscar remontadas que nunca llegaron. La última prueba ha llegado este sábado, sentenciando al Palma Futsal a las primeras de cambio en una Final al mejor de tres partidos que ha quedado solventada tras los dos primeros, ambos saldados con triunfo azulgrana (4-2 y 2-4). El Futsal español en 2022 adquiere claro tono azulgrana.