El conjunto maño se hizo con su única Copa de España de la historia en la segunda celebrada de manera consecutiva en su ciudad. Un club que apareció sigilosamente, que se hizo un hueco entre los grandes y que en su segunda aparición estelar en una Final de Copa, ante 11.000 espectadores aragoneses, ganó el título ante el Caja Castilla La Mancha por 6-4, sacándose la espina de la Final perdida en la temporada anterior frente al Penzoil Marsanz en penaltis.