Con el objetivo de certificar la tan ansiada permanencia en la máxima categoría del Fútbol Sala nacional, Viña Albali Valdepeñas se ha hecho con los servicios de hasta nuevo cuatro jugadores en el mercado de invierno que se cerró el pasado 30 de enero. Los cuatro fichajes llevados a cabo -junto a la incorporación de David Ramos en el banquillo por Leo Herrera- han convertido a la escuadra vinatera en el equipo que más ha agitado esta reciente ventana de traspasos.
Chino, José Mario, Lluc y Víctor Montes pusieron rumbo a la Ciudad del Vino para afrontar con el Viña Albali Valdepeñas el segundo tramo de la competición. El primero en recalar en las filas azulinas fue el MVP de la pasada Copa de España. Tras disputar la primera parte de la competición en el CA Osasuna Magna a las órdenes de Imanol Arregui, el albaceteño llegó a Valdepeñas con el objetivo de sumar goles al objetivo de la salvación. Con fin parecido -el de los goles- afrontó José Mario su primera aventura en la élite del Fútbol Sala nacional. Procedente de ElPozo Ciudad de Murcia donde se formó como jugador, el nuevo 8 de Valdepeñas apostó por demostrar su talento en la ciudad manchega.

También desde la categoría de plata llegó Lluc Parera. Procedente del Bisontes Castellón, equipo donde recaló el pasado mercado estival procedente del FSD Puertollano, el jugador aportará solidez defensiva con lo que lograr la salvación del equipo en su debut en la competitiva Primera División. El último en recalar en las filas azulinas fue Víctor Montes. El jugador lo hizo sobre la bocina el último día de mercado poniendo fin a una larga trayectoria en el Jaén Paraíso Interior con el que llegó a levantar dos Copa de España. Tras adquirir un rol secundario en el último curso a las órdenes de Dani Rodríguez, el ala llega a Viña Albali Valdepeñas para aportar ese punto de experiencia y esfuerzo.

El banquillo de los manchegos también se vio sometido a cambios. Antes del mercado invernal, el club decidió poner fin a la trayectoria de Leo Herrera como entrenador del cuadro vinatero y cedió las riendas del mismo a David Ramos. El que era hasta el momento técnico del Rivas Futsal afrontó una nueva etapa en Primera División con el objetivo de mejorar los resultados cosechados en la primera vuelta con el fin de sellar el principal objetivo marcado por el club, el de la permanencia.