Carlos García, jugador del Azulejos Moncayo Colo Colo, celebra un tanto. (Foto: Rubén Losada   FotografiArte)
Carlos García, jugador del Azulejos Moncayo Colo Colo, celebra un tanto. (Foto: Rubén Losada FotografiArte)
Cuantas veces han soñado con marcar un gol que de la vuelta al mundo. Un tanto antológico a la altura de muy pocos. Carlos García lo hizo. El cierre con ‘alma de killer’ del Azulejos Moncayo Colo Colo puso a Zaragoza en el centro del mapa del Fútbol Sala nacional con un recurso inigualable. Faltaban 8:37 minutos para el final de la primera parte del encuentro de la sétima jornada contra Irefrank Elche CF cuando el 21 de Azulejos Moncayo Colo Colo necesitó dos toques y dos pisadas antes de firmar un gol que forma parte de la historia de nuestro deporte. Un truco que Carlos García espera algún día poder repetir.
El Fútbol Sala es un deporte de destellos, una disciplina en la que los espacios reducidos obligan a que los jugadores saquen a relucir la calidad y habilidad que atesoran. Un buen ejemplo de ello fue la acción protagonizada el pasada Jornada 7 del campeonato nacional de Liga en Segunda División por Carlos García, jugador del Azulejos Moncayo Colo Colo. El cierre maño consiguió eludir al meta de los ilicitanos con una espectacular ‘lambretta’ que hizo al público levantarse de sus asientos para segundos después festejar un tanto que pasará a la historia.

Un gol de ensueño que tendrá que esperar para poder repetirlo: “Siempre había soñado con marcar ese gol. La verdad es que surgió en el momento, porque la idea de realizar ese tipo de regates surge según avanza la jugada. Pero también es cierto que, en los entrenamientos, cuando realizamos ejercicios de tres para tres en espacio reducido también había intentado algo similar. Estas cosas hay que practicarlas, pero durante el partido se te tiene que pasar por la cabeza y ejecutarlo bien”.