Daniel Meseguer Bruna (Zaragoza, 19/10/1988) es el jugador que más temporadas ha defendido la camiseta del Azulejos Moncayo Colo Colo Zaragoza. Llegó a las filas azulonas siendo juvenil y, en esa categoría, permaneció durante dos temporadas antes de dar el salto al primer equipo, donde ha vivido situaciones de todo tipo: descensos a Tercera División, ascensos a Segunda División ‘B’, campeonatos de Liga de Segunda División ‘B’ y, lo más especial, el ascenso a Segunda División. Tras disfrutar de un año en la categoría de plata del fútbol sala nacional, Dani Meseguer decidió -por motivos personales- dejar el equipo y pasaba a formar parte del filial, donde su veteranía ha servido para ayudar a una joven plantilla.
Sobre como surgió la llamada de la escuadra maña, explicó que: “Recuerdo estar en el Aragón XXI, un equipo formado por Manolo Bergua -Actualmente directivo y coordinador del Colo-. Y un día, Rafa Beltrán me llamó y me ofreció ir a un entrenamiento, sin compromiso. Me gustó lo que vi, hablé con él y me convenció. En el aspecto deportivo, ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida”.
Durante todos estos años, Mese guarda muchos momentos pero no duda a la hora de quedarse con uno: “El día que logramos el ascenso a Segunda División, jugando en La Granja contra Manresa. Creo que es la cúspide de la montaña. Me quedé muy liberado. El ascenso era algo que veía imposible…y pasó. La Granja llena, con nuestra afición más fiel, gente de otros equipos de Aragón que vino a animarnos…Fue un momento muy especial”.
Jugar en Segunda División es, para Mese, “un logro personal ya que jamás pensé que llegaría tan lejos”. Y añade: “Cuando acabé mi etapa juvenil, llegué al primer equipo recién descendido a Tercera División. También hay que estar en los malos momentos, ya que ahí pienso que es cuando verdaderamente se demuestra el amor por unos colores”.
Por ello, Mese confiesa que “el Colo es el club de mi vida y defender durante tantos años este escudo es un orgullo. Desde que llegué, me han enseñado grandes valores”.
Esta temporada, Mese tuvo que tomar la decisión de dejar el primer equipo por incompatibilidad con su vida personal: “Desgraciadamente no podemos vivir del fútbol sala. Tengo una vida laboral muy ajetreada a diario, mi casa, mi pareja…Son muchas cosas a valorar y, al final, te decantas por unas. Está claro que se echa de menos y es inevitable”, explica Mese. Pero cuando surgió la posibilidad de jugar con el filial en Tercera División, aceptó el reto: “Estar en el filial es una forma de no dejarlo y estar en el club de mi vida. Además, el equipo es muy competitivo”, sentencia el zaragozano.