“Este premio me alaga, porque ha sido votado por mis compañeros de profesión. Es un reconocimiento a mi labor, creo que los que estábamos nominados hemos sido merecedores, porque la Segunda División ha tenido un nivel excepcional este año. Se lo agradezco a mi cuerpo técnico, porque esto es un trabajo de equipo en el que siempre el entrenador es el que da la cara, pero el cuerpo técnico ha sido excelente por el trabajo que han hecho, por la ayuda que han servido y por el compromiso que han tenido. Es un premio de todos”, señaló sobre el galardón.
En cuanto al ascenso, confesó que: “La clave del ascenso fue el vestuario. Por experiencia, siempre que he tenido la suerte de conseguir logros importantes con mis equipos ha habido un punto en común: un vestuario unido y comprometido. Hablamos de un grupo que ha pasado por momentos difíciles, que en ningún momento se ha mostrado dividido y que en las situaciones más complicadas han mostrado su apoyo entre ellos, sobre todo cuando alguno lo estaba pasando mal porque jugaba poco o estaba lesionado. Ahí veías como se comportaban los demás hacia él y eso te da una tranquilidad que te hace saber que si no vas a conseguir el objetivo vas a estar muy cerca”.
Además, analizó como encara el equipo la próxima temporada en Primera División: “Afrontamos la temporada con muchísima ilusión, es un reto dificilísimo y durísimo porque el salto es gigante. Tengo mucha fe en el club y en el grupo de jugadores, ya que mantenemos prácticamente todo el bloque. Creo que hemos trabajado bien en verano, algo que no es fácil porque cuando asciendes llegas tarde al mercado. Además, es evidente que tu proyecto no tiene el recorrido de otros y a veces es más complicado convencer a los jugadores de que crean en tu proyecto, y hemos hecho un buen trabajo en ese aspecto. Es una plantilla competitiva, va a ser muy duro, pero creo que estamos preparados para afrontar el reto. Tenemos posibilidades de salvar la categoría, ese es nuestro objetivo”.