Fernando Guerrero, preparador físico del Jimbee Cartagena
Fernando Guerrero, preparador físico del Jimbee Cartagena
Fernando Guerrero, preparador físico del Jimbee Cartagena, es una de las voces autorizadas para hablar de la adaptación física de los jugadores del cuadro cartagenero en estos momentos de parón no planificado de la competición por la expansión del COVID–19. En una entrevista en exclusiva a la Liga Nacional de Fútbol Sala, el profesional de la preparación física del Jimbee Cartagena explica como ha tenido que adaptar la planificación a las circunstancias, en qué consiste el trabajo que están realizando los jugadores, así como las posibles consecuencias que puede tener el cese momentáneo de la competición en los jugadores si se ampliase la ‘cuarentena’.
Fernando Guerrero, preparador físico del Jimbee Cartagena, comentó como es enfrenta un preparador físico a este tipo de circunstancias: “Realmente esta situación es completamente nueva para cualquier profesional del mundo del deporte. Un jugador vive de su rendimiento en la pista y de su condición física, por lo que el objetivo está claro”.

“Nosotros estamos enfrentando esta situación intentando evitar una caída significativa del estado físico de nuestros jugadores. Para ello, como es lógico, todos los jugadores tienen unas rutinas de entrenamiento personalizadas en función de sus necesidades y recursos materiales, procurando así, mantener ese estado de forma que tan difícil es de alcanzar. Estas rutinas de entrenamiento tienen como objetivo la de intentar mantener los mayores niveles posibles de las principales capacidades físicas básicas manifestadas en nuestro deporte. El rol del preparador físico se hace evidentemente fundamental en estos momentos, no sólo para el diseño de los planes de entrenamiento si no para el control y contacto con los jugadores para que realmente sean efectivos”, apostilló el Fernando.
Sobre las principales recomendaciones dada a los jugadores de Jimbee Cartagena, Fernando comentó: “Las recomendaciones principales para los jugadores son claras, seguir con los entrenamientos propuestos y respetar al máximo la alimentación y los menús que tienen. Los entrenamientos que les hemos proporcionado están formados principalmente por sesiones combinadas de entrenamiento de fuerza y resistencia mediante circuitos y ejercicios que llevamos tiempo trabajando, todo ello, adaptados al material y recursos del que dispone cada uno nuestros jugadores en casa. También hemos dejamos algunos días para el trabajo preventivo, de movilidad, de flexibilidad, etc.”.

En cuanto a las pautas alimentarias, el preparador físico del cuadro cartagenero destacó: “En momentos inusuales como estos, tenemos dos objetivos principales: que los jugadores reduzcan sus ingestas diarias para que el balance energético total no sea positivo, o lo que es lo mismo, que eviten estar superávit, ya que así ganarían masa grasa que lastraría la vuelta a su mejor estado físico; y que aumenten la cantidad de proteínas diarias con el objetivo de no perder masa muscular”.
El tema del desentrenamiento en este parón es lo que más preocupa a los profesionales de la preparación física en estos momentos. Sobre ello, habló Fernando Guerrero: “Lo que realmente afectará a la vuelta a la competición dependerá del tiempo que estemos en esta situación. Si la reanudación de la competición propuesto se mantiene, es decir, pasados estos 15 días, los jugadores podrían mantener un estado de forma bastante considerable con el trabajo que están realizando. El problema vendría si esta reanudación se retrasa dos, tres, o a saber cuántas semanas más. Por lo que, como es lógico, cuanto más se alargue, más tiempo necesitaremos para volver a coger un nivel decente o aceptable para competir. Eso sin tener en cuenta algo obvio como es el aumento del riesgo de lesión, donde también la probabilidad de este dependerá y aumentará en función del tiempo del parón, aunque esto es solamente una probable hipótesis, ya que, al fin y al cabo, es la primera vez que nos enfrentamos a algo así, y, por tanto, no tenemos datos o experiencias previas o similares”.
Cuanto más tiempo de parón, más tiempo de preparación posterior será necesario destaca Fernando Guerrero: “Pues como acabo de comentar, efectivamente entre 10 y 15 días podríamos frenar significativamente la caída del rendimiento, pero a partir de ahí ya no podemos saber con mucha exactitud cuánto habremos perdido. Por ello, suponiendo de que esto continúe así durante unas semanas más, la primera opción sería modificar los planes y ajustar bien las cargas porque realmente es el único recurso que nos queda. Además de esto, lo que parece obvio, es que, tras ese hipotético caso, tendríamos que necesitar un tiempo extra a modo de pretemporada para volver a poner a nuestros jugadores a tono. Este periodo tendrá una relación lineal con el tiempo que estemos sin competir, de manera que cuanto más se alargue el parón, más tiempo necesitamos para recuperar el nivel”.