El pívot de Buenos Aires confiesa que las circunstancias se dieron de forma repentina y que tanto él como su mujer consideraron que no era conveniente que Nico y Agustín pasaran el confinamiento solos al ver que la situación respecto al Coronavirus se complicaba. “Nos coge todo un poco de golpe. Se quedaron un par de días en casa porque estábamos mirando una serie juntos y en esos días decretaron la cuarentena. Les dije de ir a buscar sus cosas al hotel y cuando llegamos el dueño nos dijo que iban a cerrar. Pensamos que lo mejor iba a ser que se quedaran en casa porque cuantos más seamos sería mejor y porque para ellos, que es la primera vez que salen de casa y vivían en un hotel, les vendría mejor estar acompañados”, explica el mayor de los Rosa.
En este sentido, Nico se muestra “muy agradecido de que nos acojan en su casa y se haga el confinamiento más ameno”. El sentido de la responsabilidad de Mati ha hecho que la familia se amplíe durante el tiempo que se mantenga el confinamiento y así, de paso, hacer más llevadero el encierro en casa. El pívot internacional se muestra gratamente sorprendido por la voluntad de “los chicos” de echar una mano en las tareas domésticas y la implicación de ambos.
Al margen de las rutinas diarias encuentran tiempo para entretenerse todos juntos para que el día a día sea más agradable. “Estoy haciendo un poco de papi circunstancial pero es verdad que los dos chicos se la rebuscan bastante bien y ayudan bastante. Pensaba ayudarían menos. Cuando hay que limpiar lo hacemos todos y el que mejor sabe hacer la comida del día, cocina. Nos levantamos cada uno con su horario sin alarma y el primero que se levanta suele hacer el desayuno. Por la tarde pasamos bastante tiempo con la Playstation y entrenamos todos juntos porque tengo una terraza grande en la que cabemos los cuatro para entrenar a la vez al aire libre. Siempre se lo digo a ellos, cuantos más somos mejor se pasa. Como estoy con mi mujer, con mi hermano y con Agustín, que ya es como un hermano más, lo estoy pasando bien. Nos reímos mucho más allá de todo lo que pasa fuera y de que ya estamos un poco cansados del día a día por las ganas de salir pero siempre encontramos cosa para hacer y siempre a alguien se le ocurre alguna broma. El día a día se pasa más rápido”.
Su hermano menor comparte esa visión y reafirma que dentro de la situación que se está viviendo están pasando los días de forma alegre todos juntos pero sin dejar de lado las obligaciones del trabajo físico para no perder la forma de cara a una hipotética reanudación de los entrenamientos y la competición. “Lo pasamos bastante bien los cuatro juntos. Su hubiéramos quedado los dos solos se nos hubiera complicado mucho y siendo más se pasa mucho mejor. Mati y Bianca nos están ayudando bastante y nosotros también ayudamos en las tareas de la casa. Jugamos mucho a la Playstation, a juegos de mesa y entrenamos todos juntos. Intentamos trabajar lo más duro posible para no perder la forma física”, relata el joven jugador del ETB Hidrobal Calvià Palma Futsal que añade que “Mati me ha sorprendido en la cocina, no tenía esa faceta de él”.
Listo para reincorporarse al grupo
Al margen de la convivencia en días difíciles como los que se están viviendo, Mati Rosa vive el paso de los días con la ilusión de que todo se pueda reanudar y él se pueda incorporar de forma definitiva al trabajo del grupo una vez superados los problemas de rodilla que le apartaron de la cancha durante prácticamente toda la temporada. El pívot se ve en condiciones de unirse al resto de compañeros en el caso de que se regrese al trabajo en un futuro próximo.
“Cuanto más tiempo pase será mejor para mi rodilla. No es lo mismo entrenar en casa pero si se llega a reanudar la liga todos tendremos la misma falta de ritmo. Me siento bien con la rodilla para poder entrar con el equipo cuando volvamos. Antes del parón ya empezaba a entrar con el grupo y me notaba muy bien”, explica el internacional argentino.