Sergi Orgilles ‘Pope’ cierra su etapa como jugador en el Palma Futsal. El manacorí, uno de los que ha logrado jugar en Primera División tras pasar por todas las categorías inferiores del club, abandona la entidad por motivos académicos ya que se ve obligado a dejar Mallorca para estudiar Medicina en la península, uno de sus grandes sueños para formarse de cara al futuro cuando termine con su pasión deportiva. Pope ya se perdió el partido de cuartos de final de la Copa de España al coincidir con unos exámenes claves para conseguir la plaza a la que ha accedido y que hace incompatible que pueda seguir jugando en Palma.
El club y el jugador han tomado la decisión de separar sus caminos de forma conjunta sabiendo la gran oportunidad que se le abre a Pope para formarse y poder ser profesional de la Medicina en el futuro. Pope, de 26 años, viene compaginando los estudios con el fútbol sala profesional en los últimos años con el objetivo de cursar unos estudios universitarios. Es uno de los pocos ejemplos de deportistas que ambicionan formarse pensando en el futuro más allá del deporte con un sacrificio importante en el día a día para poder disfrutar de su pasión al mismo tiempo que cursa estudios para conseguir un título universitario.
Pope se inició en el fútbol sala a los tres años a través de la escuela infantil del club en Manacor. Superó todas las categorías inferiores hasta su debut con el primer equipo hace nueve años, en la temporada 2013/14 siendo todavía juvenil. Estuvo dos temporadas antes de encadenar varias cesiones para crecer como jugador fuera de casa. Jugó en el Segovia, Puertollano, Burela y Noia Portus Apostoli antes de regresar al Palma Futsal donde ha jugado las dos últimas temporadas. A través de un comunicado oficial el club balear agradece a Pope "su esfuerzo en todos estos años" y le desea "lo mejor en su carrera deportiva y profesional".