Andrés Santos, jugador del Aspil Jumpers Ribera Navarra, durante un encuentro.
Andrés Santos, jugador del Aspil Jumpers Ribera Navarra, durante un encuentro.
Andrés Santos, jugador del Aspil Jumpers Ribera Navarra, concedió una entrevista a la Liga Nacional de Fútbol Sala en la que contó como está viviendo estas semanas de confinamiento. El argentino explicó que está aprovechando estos días para “avanzar con algunos proyectos personales”, y que entrena todos los días con su mujer por videollamada. El ala natural del Quilmes también confesó que es lo que más echa de menos del Fútbol Sala, y aquello que le gustaría hacer cuando termine esta situación.
“Esta situación la estoy viviendo con una mezcla de sensaciones. Siento tristeza e importancia al no poder hacer nada, también siento soledad, pero con una mirada positiva, ya que esto me está sirviendo para darle más tiempo a otros proyectos. El confinamiento me ha permitido avanzar con algunos proyectos personales”, explicó Andrés Santos. 

Sobre como está manteniendo la forma durante estos días, relató que: “Pese a no tener mucho espacio, he desarrollado un mini gimnasio y sigo una rutina que he diseñado con el preparador físico del Aspil-Jumpers Ribera Navarra y con mi ex preparador físico de Boca Juniors, que era el dueño del gimnasio al que yo iba en Argentina. Entreno todos los días a las 19:00, lo hago con mi mujer por videollamada, es una forma de estar en contacto con ella”.

Al ser cuestionado por aquello que echa más de menos del Fútbol Sala, tiene claro que: “Extraño estar en la pista y patear el balón. Necesito ese contacto con el balón, hace más de un mes que no pateó al arco ni tengo el balón debajo de la suela ni corro ni me desgasto físicamente en un entrenamiento”.

“El confinamiento da mucho tiempo para reflexionar. Seremos más cuidadosos y responsables después de que todo esto pase. Queda claro que somos frágiles y vulnerables, no somos todopoderosos como algunos se creen a veces. Cuando todo esto pase deberemos tomar algunas medidas de protección para nosotros y para los demás, ojalá se hagan habituales. También esta situación me ha enseñado que, pese a estar solo y confinado, uno puede tener objetivos, hacer cosas y aprender en otros aspectos de la vida. Esto no es el fin del mundo y de esta vamos a salir, esperemos que lo hagamos más completos como personas”, reflexionó el jugador argentino.

Por último, confesó que es lo que le gustaría hacer cuando termine esta situación: “Tengo ganas de estar con mi familia, en mi casa con mi mujer, a la que extraño muchísimo. Quiero ver a mi padre, que también lo extraño mucho. Lo primero que me gustaría hacer cuando todo esto termine es dar un abrazo a mis familiares y amigos, estar con ellos, compartir un asado, juntarnos a charlar o ver un partido de fútbol. Espero poder hacerlo cuanto antes”.