“Todos queríamos jugar, porque somos deportistas y preferíamos competir y que no hubiese pasado toda esta pandemia. Era difícil continuar con esta situación, porque había que terminar el 30 de julio”, afirmó Pato.
El entrenador del Aspil Jumpers Ribera Navarra, añadió que: “Nosotros estábamos bien, con un buen colchón sobre el descenso. Quedaban 7 partidos y lo teníamos en nuestras manos. No nos podemos despedir con nuestra gente, pero es lo que hay”.
Por último, el técnico de la escuadra navarra confiesa que ya tiene la mete puesta en el curso 20-21, en el que el conjunto tudelano militará una temporada más en la máxima categoría del Fútbol Sala nacional: “El año que viene disfrutaremos de nuevo de Primera, y ya pensamos en la siguiente campaña”.